En 1906, el arquitecto catalán Miquell Madorell i Rius, diseñó y dirigió una ampliación de la propiedad con una construcción modernista.Madorell era conocido en los círculos de la alta clase social mallorquina, ya que proyectó el edificio del Círculo Mallorquín, actual sede del Parlament Balear.La decoración se mimó hasta el último detalle, enmarcado en un espectacular dinamismo, que proponía una ruptura con la estética neoclásica. Detalles florales, curvas, asimetrías, mitología, todo construido para que el comensal se sintiera parte de la estructura. Los jardines muestran una flora típicamente mallorquina, de especies autóctonas, propias del municipio. Se dibuja una imagen acorde con la filosofía de la isla, lejos del común denominador del estrés y del ritmo frenético de las grandes ciudades. La piscina, es sin duda un lugar en el que descansar y casi desaparecer del mundo real, para viajar hasta un universo propio, contenido en algunos lugares como este.